Mucho se ha dicho de las virtudes del formato Book, libros electrónicos en YouTube. Un tipo de libro electrónico que, en realidad, no lo es. Comparte algunas de las características de los e-books, pero no aportan los elementos que hacen a los e-readers de las tabletas, el mejor soporte para los libros eléctrónicos.
Se dice que el Book no tiene cables, ni complicados circuitos integrados, como si éso fuera un inconveniente para los lectores de libros electrónicos. Gracias a ellos funcionan y tienen las funcionalidad que los distinguen.
Sin embargo, para acceder al Book hay que tener conexión de Internet, tenerla con capacidad suficiente para gestionar los archivos y visualizarlos correctamente.
Además, tenemos que disponer de una cuenta en YouTube y los archivos no quedan con nosotros, están en la plataforma de la red social de los vídeos. Sólo podemos acceder a ellos, si nos conectamos a Internet.
Se habla también de que el sistema Book permite ver los textos por las dos caras y de forma seriada y numerada, pero éso ya lo podemos hacer con todos los formatos de e-readers. No es una novedad, no es una mejora.
La publicidad del Book se extiende en que el formato no hay que recargarlo, ni hay que estar pendiente de ninguna conexión eléctrica.
La verdad es que yo tampoco lo estoy cuando manejo mi e-reader y paso semanas sin acordarme de que la lectura consume parte de la carga de la batería.
Semanas, todo un mundo para disfrutar de la lectura sin estar pendiente de la conexión.
Book, formato digital, pero menos.