Washington, abril de 2025 — El juicio antimonopolio que enfrenta a Google con el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) podría cambiar drásticamente el equilibrio de poder en internet. El regulador acusa a la compañía de mantener un monopolio en el mercado de búsquedas online y publicidad digital gracias, en parte, al control sobre su navegador Google Chrome, que actualmente ostenta cerca del 70 % de la cuota de mercado global.
Ante la posibilidad real de que Alphabet, matriz de Google, se vea obligada a vender Chrome como medida correctiva, comienzan a perfilarse posibles compradores. Uno de los primeros en mostrar su interés ha sido OpenAI, la firma detrás de ChatGPT. Pero no sería el único postor plausible.
OpenAI confirma su interés por Chrome: una nueva puerta de entrada para la IA
Durante una reciente audiencia en el juicio federal que se desarrolla en Washington, Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT en OpenAI, afirmó que los acuerdos exclusivos de Google con fabricantes como Samsung o con operadoras como AT&T y Verizon suponen un obstáculo para la libre competencia, al dificultar el acceso a productos como ChatGPT.
Turley reveló además que, en caso de que Google se vea forzada a vender Chrome, OpenAI estaría interesada en adquirirlo. Este movimiento convertiría a la compañía de Sam Altman en uno de los principales actores de la navegación web, integrando directamente su ecosistema de inteligencia artificial en la interfaz más utilizada para acceder a internet.
Otros candidatos con razones de peso
Además de OpenAI, varios actores podrían estar bien posicionados —por estrategia, capacidad financiera o encaje tecnológico— para adquirir Chrome si finalmente sale al mercado:
1. Microsoft
Ya invirtió en OpenAI y ha integrado ChatGPT en su navegador Edge y su buscador Bing. Adquirir Chrome consolidaría su ofensiva contra el monopolio de Google y reforzaría su ecosistema de productividad. Además, cuenta con la infraestructura (Azure) y experiencia para asumir un activo de este calibre.
2. Amazon
A pesar de no tener un navegador propio relevante, la adquisición de Chrome podría permitirle integrar directamente su asistente Alexa y su motor de recomendaciones, así como mejorar la experiencia de navegación en sus dispositivos (Fire, Echo Show). Su interés podría centrarse en la publicidad y el comercio electrónico.
3. Apple
Aunque ya cuenta con Safari, Apple podría adquirir Chrome como una estrategia de neutralización o para evitar que otro actor gane demasiado poder. Sin embargo, su cultura cerrada y foco en privacidad hacen poco probable que se implique salvo que la operación suponga una amenaza estratégica directa.
4. Mozilla Foundation (con apoyo externo)
Pese a sus limitaciones económicas, Mozilla podría presentar una candidatura simbólica o asociarse con entidades filantrópicas o gobiernos interesados en mantener Chrome como infraestructura abierta y neutral. Sería una jugada con fuerte respaldo social, aunque difícil de ejecutar sin apoyo institucional.
5. Alibaba o Tencent
Desde el ámbito internacional, grandes empresas tecnológicas chinas podrían intentar adquirir Chrome para impulsar sus ecosistemas globales. Sin embargo, las restricciones regulatorias de EE. UU. harían casi inviable una venta a empresas no estadounidenses, especialmente en sectores estratégicos como la navegación web.
Un cambio estructural en el mercado
La sentencia inicial del juez Amit Mehta ya estableció que Google abusa de su posición dominante, en parte gracias al uso de Chrome como plataforma de control para su buscador, su IA (Gemini) y su red de publicidad. Aunque Alphabet ha iniciado una campaña de apelaciones, todo indica que la presión del Departamento de Justicia irá en aumento.
El fallo no solo pone en juego un navegador, sino el modelo de distribución digital dominante en la última década. Chrome ha sido la pieza central en la arquitectura de Google para mantener su control sobre las búsquedas y, por extensión, sobre la publicidad contextual que alimenta su negocio.
¿Qué pasaría si OpenAI o Microsoft se hicieran con Chrome?
En manos de OpenAI, Chrome podría convertirse en una plataforma centrada en asistentes y modelos de lenguaje, revolucionando la forma en que se realiza la búsqueda en internet, ahora mediada por agentes conversacionales.
En manos de Microsoft, podría integrarse dentro del ecosistema de Windows, Office y Azure, potenciando Edge o incluso reemplazándolo, y consolidando la estrategia Copilot a través del navegador más usado del mundo.
Conclusión
La posible venta de Chrome no es simplemente un cambio de propietario. Representa un punto de inflexión en el control sobre cómo accedemos al conocimiento, al comercio y a los servicios online. La batalla por el navegador más utilizado del mundo acaba de comenzar, y tanto las grandes tecnológicas como los reguladores tienen claro que el futuro del internet pasa por quién controle esa puerta de entrada.
Fuente: Noticias inteligencia artificial