El día que Apple estuvo a punto de elegir a Intel en lugar de TSMC: la decisión que definió una era

En 2011, Apple se encontraba en un momento crucial de su evolución tecnológica. La compañía necesitaba un socio fiable para fabricar sus propios chips, un paso fundamental en su camino hacia la independencia tecnológica. La decisión se reducía a dos gigantes de la industria: Intel, el líder de los procesadores para ordenadores, y TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), un fabricante especializado en la producción de chips para terceros.

Lo que pocos saben es que Apple estuvo muy cerca de elegir a Intel, lo que podría haber cambiado el rumbo de su historia. Sin embargo, una jugada maestra de Morris Chang, fundador de TSMC, convenció a Tim Cook de tomar una decisión diferente, una que consolidó a Apple como líder en innovación y dejó a Intel fuera del ecosistema de la compañía.


El dilema de Apple: romper con Samsung y buscar un nuevo socio

A principios de la década de 2010, Apple dependía de Samsung para la fabricación de sus procesadores. Sin embargo, la creciente rivalidad en el mercado de los smartphones generó tensiones entre ambas empresas, llevando a Apple a buscar una alternativa que le permitiera desarrollar sus chips sin depender de un competidor directo.

Las opciones principales eran:

  1. Intel, un gigante con décadas de experiencia en la fabricación de procesadores, que ya proveía chips para los ordenadores Mac.
  2. TSMC, una empresa taiwanesa con un modelo de negocio basado en la fabricación de chips diseñados por terceros.

Intel, consciente del potencial de Apple, desplegó una agresiva estrategia de negociación. La compañía estadounidense ofreció descuentos exclusivos y acceso a sus últimas tecnologías, logrando que Tim Cook detuviera las conversaciones con TSMC durante dos meses para evaluar seriamente la propuesta.

Pero entonces, ocurrió un giro inesperado.


Morris Chang viaja a Cupertino para cambiar la historia

Cuando Morris Chang, CEO de TSMC, supo que Apple estaba considerando seriamente a Intel, decidió tomar medidas drásticas. A sus 80 años, tomó un vuelo a California y viajó 10.000 kilómetros hasta las oficinas de Apple en Cupertino para reunirse con Tim Cook.

En esa reunión clave, Chang explicó por qué Apple no debía elegir a Intel. Su principal argumento fue que Intel no entendía el modelo de negocio de una foundry. Mientras Intel fabricaba sus propios chips y competía en el mercado, TSMC se dedicaba exclusivamente a la producción de procesadores diseñados por sus clientes.

1920px Apple park cupertino 2019

Esta diferencia era fundamental: Intel podía imponer condiciones a Apple, mientras que TSMC ofrecía flexibilidad total para adaptarse a sus necesidades.

Además, Chang destacó un aspecto clave: TSMC estaba dispuesta a realizar cambios en su hoja de ruta tecnológica para ajustarse a las exigencias de Apple. Esto se evidenció en 2014, cuando Apple solicitó que se desarrollara un nodo especial de 20 nanómetros, en lugar del estándar de 16 nanómetros. A pesar de los desafíos, TSMC aceptó la petición.

Tras esta conversación, Tim Cook tomó la decisión definitiva: Apple apostaría por TSMC y no por Intel.


La caída de Intel y el ascenso de Apple Silicon

A partir de 2014, Apple comenzó a depender exclusivamente de TSMC para la fabricación de sus procesadores. En 2016, eliminó por completo a Samsung como proveedor de chips, consolidando una relación que se mantiene hasta el día de hoy.

Mientras tanto, Intel quedó completamente fuera del ecosistema de Apple. En 2020, la compañía de Cupertino anunció la transición de sus ordenadores Mac a Apple Silicon, dejando de utilizar los procesadores de Intel y apostando por sus propios chips diseñados internamente y fabricados por TSMC.


Apple y TSMC: una relación estratégica clave

Hoy en día, la decisión de Apple de aliarse con TSMC es considerada una de las más acertadas en la historia de la compañía. Gracias a esta colaboración, Apple ha logrado desarrollar chips de alto rendimiento como el M1, M2 y M3 en sus ordenadores, así como los procesadores A-series para iPhone y iPad.

1920px TSMC factory in Taichungs Central Taiwan Science Park

Además, Apple ha asegurado su acceso prioritario a las últimas tecnologías de TSMC, incluyendo la fabricación de chips de 2 nanómetros, con una producción estimada de 40.000 obleas mensuales cuando entre en fase de producción en los próximos años.


¿Qué habría pasado si Apple hubiera elegido a Intel?

Si Apple hubiera optado por Intel en 2011, el panorama tecnológico actual podría ser muy diferente:

  • Menos independencia: Apple habría seguido dependiendo de Intel para el desarrollo de sus chips.
  • Menos optimización: Los procesadores de Apple estarían diseñados bajo las condiciones impuestas por Intel, sin la flexibilidad que ofrece TSMC.
  • Un crecimiento más lento: El desarrollo de los chips Apple Silicon podría haberse visto retrasado, afectando la innovación en iPhone, iPad y Mac.

Conclusión: una decisión que definió el futuro de Apple

El viaje de Morris Chang a Cupertino en 2011 marcó un punto de inflexión en la industria tecnológica. Si Apple hubiera elegido a Intel, hoy los iPhone y Mac podrían ser muy distintos. En cambio, al apostar por TSMC, Apple logró crear uno de los ecosistemas tecnológicos más avanzados del mundo, consolidando su posición como líder en innovación.

Esta historia demuestra cómo una decisión estratégica en el momento adecuado puede cambiar el destino de una compañía y de toda una industria.


Fuentes

vía: Noticias Apple

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