Vercel acusa a LaLiga de censura por el bloqueo de IPs, y Quic.cloud apaga sus nodos en España ante la inseguridad jurídica para la nube.

España quiere ser el hub digital del sur de Europa. Con una red de fibra de las más avanzadas del mundo, acceso competitivo a energía renovable y una ubicación estratégica, parecía tenerlo todo para convertirse en un centro neurálgico para la nube. Sin embargo, recientes bloqueos masivos a servicios de infraestructura como Vercel y Quic.cloud están haciendo sonar las alarmas.

Lo que comenzó como una medida contra la piratería de retransmisiones deportivas ha derivado en una situación que múltiples voces ya tachan de censura indiscriminada. El detonante ha sido la decisión judicial que permite a LaLiga bloquear direcciones IP completas en colaboración con los principales proveedores de internet del país, como Movistar, Orange, Vodafone o Digi. La resolución, emitida por el Juzgado de lo Mercantil nº 6 de Barcelona, permite a LaLiga exigir bloqueos sin diferenciar entre contenidos legítimos o ilegales.

Vercel denuncia censura

La plataforma estadounidense Vercel, ampliamente utilizada por desarrolladores y empresas como Apple, TikTok o Spotify para desplegar sitios web con tecnologías como Next.js, ha sido una de las grandes damnificadas. Su CTO, Malte Ubl, y su ingeniero jefe, Matheus Fernandes, han denunciado públicamente que direcciones IP de su infraestructura han sido bloqueadas por varios ISPs españoles, dejando inaccesibles proyectos legítimos y sin relación alguna con la piratería.

“España está censurando Internet”, afirman desde Vercel, que acusa directamente a LaLiga de ejecutar una medida desproporcionada sin transparencia ni proceso de notificación. En su comunicado oficial, la compañía señala que:

“Lo que comenzó como una medida antipiratería se ha convertido en una forma de censura en Internet sin rendición de cuentas. No hay distinción entre la aplicación selectiva de la ley y los daños colaterales masivos.”

Daños colaterales masivos

El problema reside en el método técnico elegido para bloquear. Lo habitual, incluso en entornos donde se ejecutan bloqueos judiciales, es intervenir sobre el nombre de dominio (DNS) o inspeccionar el encabezado SNI (Server Name Indication) en el protocolo TLS para filtrar servicios concretos. Sin embargo, en este caso los ISPs españoles están bloqueando direcciones IP enteras, afectando a decenas de servicios compartidos en cada una de ellas.

El resultado es que, junto a posibles webs pirata, quedan inaccesibles sitios web de startups, medios de comunicación o empresas que nada tienen que ver con el fútbol. Usuarios y desarrolladores en España ven cómo sus aplicaciones desaparecen de la red sin aviso ni explicación.

Quic.cloud se retira de España

Quic.cloud, una red CDN especializada en WordPress y competencia directa de Cloudflare, también ha sufrido los efectos del bloqueo. Sus responsables, LiteSpeed Technologies, han anunciado que han desactivado sus nodos en España debido a los bloqueos, redirigiendo el tráfico de usuarios españoles a otros países. Esto se traduce en mayor latencia y peor experiencia para millones de usuarios y negocios locales.

Un problema que va más allá del fútbol

El caso no es aislado. Servicios como GitHub Pages, BunnyCDN o incluso Cloudflare han reportado problemas similares en el pasado. El problema de fondo es que esta práctica mina los fundamentos de un Internet abierto y rompe la neutralidad de la red. Para una economía que aspira a liderar la digitalización europea, las consecuencias pueden ser graves.

Además de la ralentización de servicios y pérdidas económicas para empresas digitales españolas, el bloqueo genera un clima de inseguridad jurídica que espanta inversiones y proyectos tecnológicos. Como denuncia Vercel, esta forma de aplicar la ley no es transparente, no respeta procesos, y coloca a España en el centro de una polémica internacional sobre censura digital.

Una llamada de atención

La ambición española de atraer centros de datos y convertirse en un nodo clave de la nube europea choca frontalmente con estos episodios. Sin reglas claras, previsibles y respetuosas con la innovación, el ecosistema digital se debilita. Empresas como Vercel y Quic.cloud no son simples víctimas circunstanciales: representan una advertencia seria de hacia dónde puede ir el mercado si no se protegen los principios fundamentales de la conectividad global.

Desde Vercel, aseguran que continuarán trabajando para restaurar la conectividad desde España, pero también exigen una reforma del enfoque:

“Los desarrolladores no deberían perder acceso a su audiencia por decisiones de una entidad privada. Necesitamos medidas dirigidas, transparentes y técnicamente sólidas. No censura técnica indiscriminada.”

Mientras tanto, los usuarios españoles seguirán sin poder acceder a parte de la web, y la reputación digital de España queda, una vez más, en entredicho.

Referencias: Banda Ancha y Vercel. Ilustración gratis de AI free images.

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