Las passkeys prometen poner fin a los olvidos, los reinicios de contraseña y los ciberataques. Son más seguras que las claves tradicionales y mucho más fáciles de usar.

Por años, escribir una contraseña ha sido un paso obligado (y muchas veces frustrante) para acceder a nuestros correos, bancos o redes sociales. Pero eso podría estar a punto de cambiar. La tecnología avanza, y una nueva forma de iniciar sesión empieza a ganar terreno: las passkeys.

¿Qué son las passkeys?

Las passkeys son una alternativa a las contraseñas tradicionales. En lugar de escribir una clave, el acceso se realiza usando un dato biométrico —como la huella digital, el reconocimiento facial o un PIN— ya guardado en tu móvil u ordenador.

Lo mejor es que estos datos no se almacenan en ningún servidor, sino que quedan protegidos dentro de tu dispositivo. Esto elimina el riesgo de que alguien robe tu contraseña en un ataque informático. En otras palabras, las passkeys son una forma de iniciar sesión que combina seguridad y comodidad.

¿Cómo se usan?

Usar una passkey es muy sencillo. Cuando accedes a un sitio web que permite esta opción (como Google, Amazon o Microsoft), basta con confirmar tu identidad con Face ID, tu huella o tu PIN. Nada de recordar combinaciones complicadas, ni de escribir letras, números o símbolos.

Además, las passkeys pueden guardarse en gestores de contraseñas como Proton Pass, Dashlane, 1Password o Bitwarden, lo que permite sincronizarlas entre tus dispositivos y recuperarlas fácilmente si cambias de móvil o de ordenador.

¿Por qué se están popularizando?

La razón es clara: las contraseñas han dejado de ser seguras. Según el informe de NordPass, en 2024 las contraseñas más usadas seguían siendo “123456” y “123456789”. Y eso que llevamos años escuchando que hay que hacerlas más seguras.

Las passkeys solucionan este problema porque no hay claves que robar. Cuando usas una passkey, no se envía ningún dato sensible por internet. Esto evita robos, phishing (suplantación de identidad) o accesos no autorizados.

¿Dónde puedo usarlas?

Aunque todavía no están disponibles en todos los sitios, muchas plataformas ya las han incorporado. Entre ellas:

  • Google, Apple, Amazon, Microsoft, GitHub, Dropbox, Adobe, eBay, Uber, PlayStation y Nintendo.
  • Algunas entidades financieras como PayPal, Revolut y Robinhood.
  • Servicios de correo, almacenamiento y compras online.

Además, cualquier persona con un dispositivo Android, iPhone, Windows o Mac puede empezar a usarlas ya. Solo hay que activarlas y seguir los pasos que ofrece cada plataforma.

¿Y si pierdo mi móvil?

No hay problema. Las passkeys suelen estar respaldadas en la nube, por ejemplo, en iCloud (Apple) o Google Password Manager. Estos sistemas guardan tus datos de forma segura y cifrada. Si cambias de móvil, podrás recuperar tus passkeys simplemente iniciando sesión en tu cuenta.

Además, para usarlas es necesario verificar tu identidad, por lo que si alguien encuentra tu móvil, no podrá usarlas sin tu huella o tu rostro.

¿Son mejores que las contraseñas?

Sin duda. Las passkeys no solo son más seguras, sino también más rápidas y cómodas. Ya no hace falta recordar combinaciones complicadas ni preocuparse por cambiar la clave cada cierto tiempo.

Aun así, hay situaciones en las que las contraseñas siguen siendo útiles, como:

  • Cuentas compartidas entre varias personas.
  • Sistemas antiguos que aún no permiten passkeys.
  • Entornos empresariales con requisitos específicos.
  • Usos técnicos o automatizados, como aplicaciones que se conectan a otras plataformas.

Un cambio de hábitos

Puede que nos cueste cambiar nuestras costumbres y abandonar las contraseñas de toda la vida. Pero todo indica que las passkeys están llamadas a ser el futuro de la seguridad digital. Son más privadas, más resistentes a ataques y están diseñadas para hacernos la vida más fácil.

¿El fin de las contraseñas? Quizá no sea inmediato, pero sí está cada vez más cerca. Y las passkeys son, sin duda, el paso en la dirección correcta.

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