Desde su fundación el 23 de octubre de 1989, el periódico español El Mundo ha jugado un papel crucial en el paisaje mediático de España, destacándose por su periodismo investigativo y una postura editorial que frecuentemente ha desafiado al poder establecido. Fundado por Alfonso de Salas, Pedro J. Ramírez, Balbino Fraga y Juan González, El Mundo surgió en un momento de saturación en el mercado de los diarios, enfrentándose a gigantes consolidados como El País y ABC.
Desde sus inicios, El Mundo se posicionó como un diario de centro-derecha, apoyando políticas liberales en lo económico y conservadoras en lo social. Sin embargo, fue su compromiso con el periodismo investigativo lo que rápidamente lo colocó en el centro de la atención pública. El periódico ganó notoriedad en la década de 1990 por su cobertura crítica de los gobiernos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), especialmente durante los escándalos de corrupción que culminaron en la caída del gobierno de Felipe González.
Uno de los momentos más significativos en la historia de El Mundo fue su investigación sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. El periódico desafió la versión oficial del gobierno, que inicialmente atribuyó la masacre a ETA. Las investigaciones de El Mundo sugirieron la implicación de terroristas islámicos, lo que finalmente se probó correcto y tuvo un impacto dramático en las elecciones generales de ese año.
Pedro J. Ramírez, director del diario hasta 2014, fue una figura clave en el establecimiento del tono y estilo del periódico. Bajo su liderazgo, El Mundo no solo se consolidó como uno de los diarios más leídos de España, sino que también se ganó una reputación por su disposición a abordar temas tabú y confrontar a figuras de autoridad.
A lo largo de los años, El Mundo ha sido tanto elogiado por su rigor periodístico como criticado por lo que algunos consideran una tendencia a favorecer teorías conspirativas, especialmente en su cobertura de eventos políticos complejos. A pesar de las controversias, el periódico ha recibido numerosos premios por su calidad periodística y su contribución a la prensa libre.
El avance de la digitalización también ha impactado a El Mundo, que como muchos otros periódicos tradicionales, ha tenido que adaptarse a una era donde el contenido digital y las redes sociales dominan. El periódico ha desarrollado una robusta plataforma en línea que complementa su edición impresa y continúa siendo una fuente importante de noticias e investigación.
A pesar de los cambios en la propiedad y la dirección, y los desafíos del entorno digital, El Mundo sigue siendo un actor clave en el periodismo español. Con un legado de desafiar el statu quo y un compromiso continuo con el periodismo investigativo, El Mundo se mantiene como un testimonio del impacto duradero que un periódico puede tener en su sociedad.
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