Las contraseñas están destinadas a desaparecer. En la era de MySpace, unos pocos códigos memorizables bastaban para mantener nuestras cuentas seguras. Hoy en día, esa estrategia sería un desastre, con el riesgo de ser comprometido en el mismo instante en que se crea una nueva cuenta con esas viejas contraseñas. Los tiempos dorados de contraseñas memorables y convenientes han quedado en el pasado, y las contraseñas se han convertido en un eslabón débil en la cadena de nuestra seguridad digital. En el pasado, las contraseñas eran la clave del mundo digital, pero, a diferencia de las cerraduras del mundo real, se han vuelto muy fáciles de romper.
Preparándonos para el Adiós
Con el Día Mundial de la Contraseña acercándose, deberíamos prepararnos para su despedida en lugar de celebrarlas. Google, Microsoft y Apple, entre otros gigantes tecnológicos, ya están explorando el uso de llaves de acceso y cuentas sin contraseñas para el futuro, y es probable que las contraseñas solo sean un recuerdo divertido en los próximos años. Aunque las contraseñas sean tan útiles como una puerta de papel para un hacker experimentado, no debemos olvidar las mejores prácticas que en su día hicieron que fueran seguras.
Por tanto, mientras esperamos su funeral, aseguremos que seguimos las mejores prácticas hasta que llegue la próxima tecnología que las sustituya:
Crea Contraseñas Complejas: Tu contraseña debe ser una combinación de letras, números y caracteres especiales. Cuanto más humana parezca, más fácil será para un ataque de fuerza bruta descifrarla. Utiliza tantos caracteres como permita el sistema y usa un generador de contraseñas para crear algo realmente complejo. Cuanto más fea sea la contraseña, más segura será.
No Reutilices Contraseñas: Las grandes brechas corporativas ocurren constantemente y una de las piezas de datos que siempre se exfiltran junto con tu nombre y correo electrónico es la contraseña. Cuando estas terminan en sitios como Pastebin, cientos de personas malintencionadas comienzan a probar esas contraseñas en cada inicio de sesión que encuentran usando tu correo. El truco para mantenerse un paso adelante de las brechas es usar contraseñas únicas para cada cuenta que creas, sin excepciones. Los gestores de contraseñas facilitan esto mucho, pero llegaremos a eso en un momento.
Cámbialas Frecuentemente: Las contraseñas tienen diferentes niveles de prioridad e importancia. La de tu cuenta bancaria o la corporativa es considerablemente más importante que la de tu cuenta de TikTok, a menos que ganes millones en TikTok, en cuyo caso, ¿por qué estás aquí? Considera cuáles cuentas son de mayor prioridad y las más propensas a ser atacadas, y asegúrate de actualizar esas contraseñas con frecuencia. Estar al tanto de las últimas brechas y ataques también es útil. Si usas un servicio comprometido, debes actualizar la contraseña lo antes posible.
No Vayas Solo: Con prácticas de seguridad adicionales como la autenticación multifactor, el inicio de sesión con reconocimiento facial y las aplicaciones de contraseñas, seguir estas mejores prácticas es ahora tan sencillo como iniciar sesión en MySpace en 2006. Aprovecha cada utilidad y servicio que te ofrezcan tu teléfono, navegador y otros dispositivos, y asegúrate de optar siempre por más seguridad cuando se te ofrezca.
Adiós y Gracias por Todos los Inicios de Sesión
A medida que las contraseñas continúan perdiendo relevancia en la tecnología y la seguridad, al menos serán recordadas con dignidad, ya que todos nos hemos convertido en expertos en el comportamiento de las contraseñas. Cualquier día debería ser el día Mundial de la Contraseña, para celebrar cada momento que las contraseñas sean lo mejores posibles, y cuando llegue el momento, despidámonos de ellas con dignidad haciendo un video de «Niños reaccionan a contraseñas» en YouTube dentro de siete años.
