La tecnología de reconocimiento facial ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una herramienta poderosa que, bien utilizada, puede aportar grandes beneficios a la sociedad. Aunque existen debates sobre su uso y privacidad, son muchas las aplicaciones que demuestran su lado positivo. A continuación, repasamos diez de los usos más destacados según Kaspersky.
1. Capturar criminales
En el condado de Hennepin (Minnesota), todas las personas ingresadas en prisión deben registrar su rostro en una base de datos. Este sistema de reconocimiento facial ya ha sido utilizado unas 80 veces, con un resultado de 32 coincidencias. En ciudades como Los Ángeles, prácticas similares están ayudando a identificar y detener delincuentes.
2. Controlar fronteras
Desde 2004, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha creado una base de datos con 75 millones de retratos. Para 2018, esta información comenzó a usarse en procesos de emisión de visados, ayudando a prevenir la entrada de criminales y terroristas en el país. El FBI también revisa más de 412 millones de fotos para objetivos similares.
3. Detectar robo de identidad digital
El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de Estados Unidos emplea el reconocimiento facial desde 2008 para evitar que delincuentes obtengan licencias de conducir con identidades robadas. En Indiana, esta práctica ha reducido a la mitad este tipo de fraudes.
4. Encontrar personas desaparecidas
El proyecto «Helping Faceless», impulsado por Ericsson, permite a los ciudadanos tomar fotografías de niños mendigando en la calle. Las imágenes se comparan en servidores con bases de datos de menores desaparecidos, ayudando a frenar la trata infantil y devolver a los niños a sus familias.
5. Evitar accidentes por fatiga
Caterpillar, fabricante de camiones mineros de gran tamaño, utiliza un sistema que detecta signos de somnolencia en sus conductores mediante el reconocimiento facial. Si el software detecta fatiga, suena una alarma y se envía un vídeo a un centro de control, desde donde se toman medidas para garantizar la seguridad.
6. Ayudar a personas con prosopagnosia
El reconocimiento facial también está sirviendo para asistir a quienes sufren prosopagnosia, un trastorno que impide reconocer rostros. Gracias a dispositivos portátiles, como gafas inteligentes, estas personas pueden identificar a sus interlocutores y consultar un historial de interacciones.
7. Proteger a los jugadores compulsivos
La corporación Ontario Lottery and Gaming usa cámaras de vigilancia con reconocimiento facial para identificar a personas que han pedido ser excluidas de los casinos. Al detectar a un jugador problemático, los equipos de seguridad lo acompañan discretamente fuera del establecimiento.
8. Impedir la venta de alcohol y tabaco a menores
Japón fue pionero en utilizar el reconocimiento facial en máquinas expendedoras para impedir que los menores comprasen cigarrillos. Aunque en sus inicios se encontraron formas de burlar el sistema, los avances tecnológicos actuales permiten mayores garantías. MasterCard, por ejemplo, presentó en 2016 un sistema de verificación mediante selfie que promete mayor fiabilidad.
9. Reconocer a clientes habituales
Cada vez más establecimientos —como hoteles y parques de atracciones— están implementando el reconocimiento facial para identificar clientes frecuentes y ofrecer un trato más personalizado. En Osaka, el hotel de Universal Studios utiliza este sistema para alertar a su personal cuando un cliente recurrente llega al vestíbulo.
10. Organizar fotografías
El uso más popular de esta tecnología se encuentra en nuestros dispositivos. Empresas como Apple, Google y Facebook emplean reconocimiento facial para organizar fotos, identificar personas y clasificar imágenes por categorías, facilitando la gestión de álbumes y recuerdos.
Un futuro prometedor
El reconocimiento facial sigue avanzando a pasos agigantados y, aunque despierta preocupaciones sobre la privacidad, sus aplicaciones positivas ya están marcando una diferencia en seguridad, salud, servicios y comodidad. La clave está en encontrar el equilibrio entre innovación y protección de los derechos individuales.
vía: Karspesky
