Navegando por la web he encontrado un interesante post que habla de los grandes desafíos en redes sociales de la reputación online. Ciertamente, actualmente las empresas se ven inmersas en un mundo digital donde proyectan su imagen y no conocen de antemano cuales pueden ser los resultados, que en muchos casos se transforman en grandes beneficios, y en otros tantos casos se convierten en la peor pesadilla.
Lo cierto es que hablando de la reputación online: los grandes desafíos en redes sociales según Puro Marketing, los problemas se podrían dividir en tres, con los cuales no estoy totalmente de acuerdo. A continuación los cito, y más abajo podéis encontrar mis divergencias:
1.- No existe herramienta eficaz para medir el éxito en los medios sociales, de la reputación online.
2.-El establecimiento de sobre quien depende la responsabilidad de la reputación online, aún es indefinido.
3.- La reputación online es indomable, no se puede controlar.
Llegados a este punto y establecidos los desafíos en redes sociales de la reputación online, bajo mi opinión cabe destacar:
1.- Existen cientos de herramientas que nos pueden dar una idea bastante cercana a medir el éxito en redes sociales, además de aplicaciones que nos permiten saber que es lo que se dice de nosotros. Por tanto, el éxito sería la traducción de: Primero saber lo que se dice, segundo canalizar las opiniones negativas convirtiéndolas, sino en positivas en neutrales; y tercero, mantener el diálogo con el público. Bajo mi punto de vista, si esta es una definición de éxito, ese éxito, se puede medir.
2.- La responsabilidad de la reputación online depende de todos aquellos que la crean. Evidentemente que todos los miembros de la firma tienen parte de responsabilidad, porque si se trata de un producto físisco, no solo los que trabajan en la web o social media son quienes crean imagen de marca. Sin embargo, fundamentalmente, quien se dedica a mediar, configurar y mejorar la reputación online será quien se lleve los méritos y los desméritos.
3.- Depende de lo que entendamos por control. Si controlar es no conocer la opinión, o no establecer un canal, en el cual el usuario puede opinar, aunque sea negativamente de la marca, evidentemente no hay control; al contrario que sucede en el mundo real, donde el usuario no tiene un canal de comunicación. Sin embargo si control significa estar informados, y saber todo lo que se dice, está claro que la reputación online no es indomable.