A la hora de comprar un teléfono u otro dispositivo electrónico, es común encontrarse con una certificación IP (Ingress Protection) en las especificaciones técnicas. Sin embargo, no siempre queda claro qué implica cada una de estas clasificaciones. En este artículo, explicamos las diferencias entre las certificaciones IP66, IP67, IP68 e IP69, y cómo elegir la más adecuada según tus necesidades.
¿Qué es una certificación IP?
La clasificación IP, o «Ingress Protection» (Protección contra Ingesos), es un estándar internacional definido por la norma IEC 60529. Este sistema evalúa la resistencia de los dispositivos frente a la entrada de polvo y agua. La certificación se compone de dos dígitos: el primero indica el nivel de protección contra partículas sólidas, como el polvo, y el segundo, la resistencia a líquidos, principalmente agua. Cuanto mayores sean estos números, mayor será la protección ofrecida.
IP66: Resistente al polvo y a chorros de agua
Un dispositivo con certificación IP66 es completamente estanco al polvo, lo que significa que no permite la entrada de partículas de menos de 1 micrón. Además, puede soportar chorros de agua potente, con un caudal de 100 litros por minuto, una presión de 100 kPa y una distancia de 3 metros. Sin embargo, no está diseñado para sumergirse en agua. Esta clasificación es ideal para entornos industriales o actividades al aire libre donde el dispositivo pueda estar expuesto a lluvia intensa o salpicaduras.
IP67: Estanco al polvo y sumergible temporalmente
La certificación IP67 también garantiza una protección total contra el polvo. Además, permite la inmersión del dispositivo en agua hasta 1 metro de profundidad durante 30 minutos. Esto lo convierte en una opción segura para accidentes como caídas en piscinas o charcos. No obstante, al igual que la IP66, no está diseñada para soportar chorros de agua potente ni para uso prolongado en entornos salinos, a menos que el fabricante indique lo contrario.
IP68: Estanco al polvo y sumergible a mayor profundidad
La IP68 es una de las certificaciones más completas. Al igual que las anteriores, ofrece protección total contra el polvo. Sin embargo, su principal ventaja radica en su capacidad para soportar inmersiones más profundas y prolongadas que la IP67. Los fabricantes suelen especificar las condiciones exactas, pero en general, estos dispositivos pueden sumergirse a más de 1 metro durante periodos superiores a 30 minutos. También son más resistentes a la exposición accidental al agua salada, lo que los hace ideales para deportes acuáticos o uso en entornos marinos.
IP69: Resistente al polvo y a chorros de agua a alta presión
La certificación IP69 es la más robusta de todas. Además de ser completamente estanca al polvo, puede resistir chorros de agua a alta presión y alta temperatura. Según la norma, estos dispositivos son sometidos a pruebas con agua a 80 °C, con un caudal de 14-16 litros por minuto y una presión de 8.000-10.000 kPa, a una distancia de 10-15 cm. Esto los hace adecuados para entornos extremos, como en la industria alimentaria o en maquinaria que requiere limpieza con vapor o agua caliente a presión.
Desglose de las principales certificaciones IP
Certificación | Protección contra polvo | Protección contra agua | Descripción |
---|---|---|---|
IP66 | Total (polvo fino) | Chorros de agua potente | Resistente a chorros de agua a presión, pero no sumergible. Ideal para entornos industriales o actividades al aire libre. |
IP67 | Total (polvo fino) | Inmersión temporal | Puede sumergirse hasta 1 metro durante 30 minutos. Perfecto para accidentes como caídas en piscinas o charcos. |
IP68 | Total (polvo fino) | Inmersión prolongada | Resiste inmersiones más profundas y prolongadas que la IP67 (generalmente hasta 3 metros durante 30 minutos). Ideal para deportes acuáticos o uso en entornos marinos. |
IP69 | Total (polvo fino) | Chorros de agua a alta presión y temperatura | Resistente a chorros de agua caliente a alta presión. Diseñado para uso industrial o en condiciones extremas. |
¿Cómo elegir la certificación adecuada?
La elección de una certificación IP depende del uso que se le vaya a dar al dispositivo. Para un entorno urbano o actividades diarias, la IP67 o IP68 suelen ser suficientes. En cambio, si se busca un equipo para uso industrial o en condiciones extremas, la IP69 es la más recomendable. Por último, la IP66 es una opción intermedia para quienes necesitan protección contra polvo y salpicaduras intensas.
En definitiva, conocer las diferencias entre estas certificaciones permite tomar decisiones más informadas y elegir el dispositivo que mejor se adapte a tus necesidades. Ya sea para proteger tu teléfono de un chaparrón o para trabajar en condiciones adversas, la certificación IP es un factor clave a tener en cuenta.
vía: Noticias componentes