Tras la fatiga de las suscripciones, muchos buscan regresar a las licencias perpetuas

En los últimos años, la industria del software ha estado dominada por un modelo de negocio basado en suscripciones, conocido como Software como Servicio (SaaS). A diferencia del pasado, en el que los programas se compraban y se instalaban en el disco duro, hoy muchas aplicaciones funcionan como un simple acceso alquilado a plataformas en la nube de los desarrolladores.

El desencanto con las suscripciones

Inicialmente, este modelo parecía ideal tanto para empresas como para usuarios: acceso a innovaciones constantes, costos iniciales reducidos y facilidad de implementación. Sin embargo, con el tiempo, los inconvenientes han ido acumulándose:

  • Costos acumulativos elevados: Aunque las suscripciones pueden parecer más accesibles a corto plazo, a largo plazo pueden superar con creces el costo de una licencia perpetua.
  • Aumento de tarifas y condiciones cambiantes: Empresas como VMware han elevado drásticamente sus precios de suscripción, generando malestar en clientes que ven cómo sus presupuestos para software se vuelven impredecibles.
  • Falta de control sobre el software: Si una compañía cambia sus términos o aumenta precios, los clientes deben aceptar las nuevas condiciones o buscar una alternativa, lo que puede ser costoso y complicado.
  • Prácticas abusivas: Adobe, por ejemplo, ha sido criticada por obligar a los usuarios a pagar más de lo esperado en suscripciones, lo que ha derivado en sanciones y críticas generalizadas.

El regreso de las licencias perpetuas

En contraposición al modelo SaaS, las licencias perpetuas ofrecen una solución clara y ventajosa para aquellos que buscan estabilidad, ahorro a largo plazo y mayor control sobre su software. Al pagar una sola vez, los clientes adquieren el derecho de usar el software indefinidamente, evitando costos recurrentes y alzas inesperadas de precios.

Ventajas de las licencias perpetuas

  • Previsibilidad en los costos: No hay aumentos arbitrarios ni tarifas mensuales.
  • Propiedad y control: El usuario decide cuándo y cómo actualizar el software.
  • Ahorro a largo plazo: Aunque la inversión inicial pueda ser alta, a la larga suele ser más económica que una suscripción indefinida.
  • Flexibilidad: Los clientes pueden mantener versiones específicas sin verse obligados a adoptar cambios impuestos por el desarrollador.

No somos usuarios, sino inquilinos

Incluso empresas como 37signals, reconocidas por sus servicios en la nube, han comenzado a impulsar iniciativas como ONCE, que ofrece software con licencias perpetuas. La filosofía detrás de esta iniciativa se resume en un manifiesto que critica el modelo SaaS actual:

«Antes pagabas una vez, lo instalabas y lo ejecutabas. Era tuyo. Hoy, el software es un servicio alquilado. Si dejas de pagar, el software deja de funcionar. ¡Pum! Te desalojan.»

Ejemplos de licencias perpetuas en el mercado

  • Microsoft Office 2024: Responde a la demanda de usuarios que prefieren evitar los pagos recurrentes de Microsoft 365.
  • Affinity Suite: Se ha posicionado como alternativa a Adobe, ofreciendo software de diseño con licencia perpetua en lugar de un modelo de suscripción.

El mercado está cambiando y cada vez más usuarios y empresas reconsideran el valor de poseer sus herramientas digitales en lugar de alquilarlas indefinidamente. La fatiga de las suscripciones está impulsando un retorno a las licencias perpetuas, dando a los consumidores mayor autonomía y estabilidad en el uso de su software.

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