En un mundo donde la inteligencia artificial generativa está transformando el panorama creativo, NielsenIQ (NIQ), líder global en inteligencia del consumidor, ha presentado un estudio innovador que revela cómo los consumidores procesan los anuncios generados por IA. Los hallazgos, basados en neurociencia y encuestas, destacan los desafíos y oportunidades que enfrentan las marcas al integrar esta tecnología emergente.
Los desafíos de la autenticidad y el recuerdo
Según el informe, los consumidores identifican intuitivamente los anuncios generados por IA, calificándolos como menos atractivos y describiéndolos como «molestos», «aburridos» y «confusos». Esto genera un efecto halo negativo, que puede impactar negativamente la percepción de la marca.
Además, los anuncios generados por IA muestran una activación débil de la memoria en comparación con los tradicionales. Aunque algunos anuncios fueron considerados de alta calidad, su impacto fue limitado debido a la falta de conexión con las estructuras de memoria existentes, lo que reduce la motivación de los consumidores para actuar.
Ventajas y desventajas del refuerzo de marca
El estudio señala que los anuncios generados por IA pueden reforzar asociaciones de marca al basarse en representaciones visuales familiares. Sin embargo, este beneficio puede verse contrarrestado por las percepciones negativas derivadas de un diseño inadecuado o una ejecución de baja calidad.
Uno de los puntos más críticos es que las imágenes de baja calidad exigen un esfuerzo cognitivo elevado, distrayendo a los consumidores del mensaje principal. La producción de alta calidad se presenta como un requisito indispensable para lograr narrativas publicitarias efectivas.
IA: ¿Innovación o incomodidad?
Para NIQ, la integración de la IA en la publicidad representa una delgada línea entre la innovación y la incomodidad. Según Cyhan-Bowles, directora de marketing global de NIQ, aunque la IA tiene un gran potencial para enriquecer los procesos creativos, su implementación deficiente puede perjudicar el valor de la marca.
«Nuestro enfoque basado en neurociencia muestra que, aunque la IA puede optimizar la producción de anuncios y reducir costes, las marcas deben ser cuidadosas para evitar un impacto negativo en sus audiencias», afirmó Cyhan-Bowles.
Herramientas para una integración efectiva
La tecnología también está ampliando el conocimiento sobre las preferencias de los consumidores, impulsando la eficiencia en el desarrollo de productos y estrategias publicitarias. Herramientas como Ad Explorer de NIQ permiten a los anunciantes:
- Probar iteraciones de anuncios de forma rápida.
- Analizar percepciones inconscientes de los consumidores.
- Priorizar ideas creativas sin sacrificar la calidad.
Estas capacidades ayudan a las marcas a adaptarse a las necesidades del mercado y a reducir la brecha entre empresas y clientes.
Un mercado en transformación
El estudio también destacó que la IA no reemplazará los procesos tradicionales de desarrollo creativo en el corto plazo. Sin embargo, su integración cuidadosa puede optimizar las estrategias publicitarias y mejorar la conexión con los consumidores.
NIQ compartirá estos hallazgos y sus implicaciones en el panel de discusión «Adapting to Change: Demographic Shifts in Advertising Strategy», el próximo 9 de enero en CES 2025.
Sobre el estudio
El análisis incluyó a más de 2.000 participantes, de los cuales 150 fueron sometidos a mediciones cerebrales mediante electroencefalogramas (EEG) mientras observaban anuncios generados por IA. Este enfoque permitió una comprensión profunda de cómo los consumidores procesan este tipo de contenido, tanto de manera consciente como inconsciente.
Conclusión: IA en publicidad, con cautela
El avance de la IA generativa ofrece un gran potencial para transformar el marketing, pero también exige prudencia. Las marcas deben equilibrar la innovación con la autenticidad y priorizar estrategias basadas en datos para maximizar el impacto positivo de esta tecnología en sus audiencias.
Para obtener más información, visita el informe completo en NIQ.com.
